Este mes el reto viene de la mano de Rocío Salan que nos ha propuesto hacer una tarta de queso al horno. Yo he elegido una tarta de queso y uvas, una mezcla muy acertada. Ya lo dice el refrán "las uvas con queso saben a beso". Así que ¿porque no utilizar esta deliciosa mezcla en otros postres?
Con esta receta participo en el reto de Desafío en la Cocina del mes de febrero de 2020
Ingredientes para la base:
80 gr de mantequilla
150 gr de galletas María
50 gr de almendra molida
Ingredientes para el relleno:
1/2 kgr de queso blanco para untar
1/4 litro de leche
4 huevos
100 gr de azúcar
Ingredientes para la cobertura de uvas:
1/2 kgr de uvas rojas
150 mililitros de vino moscatel
100 gr de azúcar
4 hojas de gelatina
Preparación:
Precalentamos el horno a 180 grados.
Para preparar la base, trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla ablandada y la almendra. Cubrimos con esta masa el fondo de un molde desmontable de tartas, formando una capa de 1/2 centímetros. Cocemos en el horno durante 15 minutos, sacamos y reservamos.
Preparamos el relleno batiendo los huevos con la leche y el azúcar. Agregamos el queso y batimos de nuevo. Vertemos esta crema en el molde que tiene la base y alisamos la superficie.
Metemos al horno y lo mantenemos durante 45 minutos (como cada horno es diferente, pincharemos con un palillo para comprobar que se ha cuajado la crema). Retiramos del horno y dejamos que se temple.
Metemos al horno y lo mantenemos durante 45 minutos (como cada horno es diferente, pincharemos con un palillo para comprobar que se ha cuajado la crema). Retiramos del horno y dejamos que se temple.
Por último preparamos la cobertura, primero lavamos las uvas, las cortamos por la mitad y retiramos las pepitas. Cubrimos la tarta con las uvas, poniéndolas muy juntas y con el corte hacia abajo.
Dejamos la gelatina en remojo en agua fría durante 5 minutos. Llevamos a ebullición en un cazo 150 mililitros de agua con el vino y el azúcar, cociendo hasta que se reduzca a la mitad.
Apagamos el fuego y añadimos la gelatina escurrida, removiendo hasta que se disuelva. Vertemos sobre la tarta, cubriendo las uvas y la dejamos reposar en el frigorífico al menos 3 o 4 horas.
Desmoldamos y podemos servir.
Dejamos la gelatina en remojo en agua fría durante 5 minutos. Llevamos a ebullición en un cazo 150 mililitros de agua con el vino y el azúcar, cociendo hasta que se reduzca a la mitad.
Apagamos el fuego y añadimos la gelatina escurrida, removiendo hasta que se disuelva. Vertemos sobre la tarta, cubriendo las uvas y la dejamos reposar en el frigorífico al menos 3 o 4 horas.
Desmoldamos y podemos servir.
¡¡Espectacular!! Me comía un buen trozo, que buena pinta.
ResponderEliminarEse refrán es muy cierto! es un pasada de rica esta tarta!! Bs.
ResponderEliminarMe encanta Catina, si la tarta sola ya me gusta con esa gelatina de uva y el vino me vuelve loca. Besitos amor
ResponderEliminarQUé rica Catina, las tartas de queso me encantan y algunas veces las hago con uvas que ya sabes que la uva y el queso sabe a beso. Todo un acierto.Mil beos
ResponderEliminarMadre mía Catina, que rica tiene que estar con la combinación del queso con la uva, y que bonita te ha quedado, me encanta!!
ResponderEliminarUn bst amiga.