Ya pasadas la mayoría de las fiestas navideñas, y que seguro puede que hayamos cometido pequeños excesos, conviene empezar a depurar el organismo, y nada mejor que con un hervido de alcachofas. Esta receta que os traigo hoy es muy sencilla, nos vendrá muy bien para las cenas de las noches frías de invierno, siendo una alternativa a las cremas de verduras que tanto nos gustan.
Introducir el consumo de alcachofas en nuestra alimentación reporta muchos beneficios, ya que no solo contienen nutrientes como vitamina C, calcio, fósforo o hierro, sino que son ricas en otras sustancias que protegen nuestra salud. Es la verdura que proporciona más fibra, ayuda a rebajar los niveles de colesterol, función que se ve reforzada por los esteroles y los flovonoides que contiene. Es también muy rica en insulina, mejora las funciones hepáticas y renales gracias a la cinarina, componentes a los que debe su ligero sabor amargo.
Ingredientes para dos personas:
8 alcachofas
4 dientes de ajo
un limón
un puñadito de piñones
aceite, sal y pimienta
Preparación:
Se limpian bien las alcachofas quitándole la mitad de las hojas y las puntas dejando solo los corazones. Las vamos poniendo en agua con zumo de limón para que no se oxiden. Cuando las tengamos todas limpias, las lavamos bien y las ponemos en una cazuela cubiertas de agua, un chorro de aceite virgen extra, el zumo de medio limón, los ajos pelados y cortados en láminas, los piñones, sal y pimienta.
Ponemos a cocer a fuego lento hasta que las alcachofas estén tiernas, unos 25 minutos.
El vino tinto va muy bien con estas alcachofas.
Si tanta comida y tantos dulces ahora viene la depuración!!! que ricas!
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