El contenido de vitaminas y minerales de esta verdura, las espinacas, supera al resto, lo que la convierte en un alimento indispensable para la dieta de todos los miembros de la familia. Aporta vitamina A en buena cantidad lo que contribuye al buen funcionamiento de nuestro sistema inmunológico, mientras que su aporte en vitamina C, aumenta la resistencia frente a las infecciones. Es una buena fuente de antioxidantes.
Esta verdura que es propia del otoño a la primavera se puede consumir cruda o cocinada. Si se opta por cocinarla, la cocción debe ser corta para evitar que se pierdan vitaminas y la mayoría de sus nutrientes.
Con esta receta participo en el reto de Color y Sabor de Temporada del mes de Noviembre de 2020.
Ingredientes:
Una masa quebrada ya preparada
150 gr de fondo de alcachofa en conserva o congelados
100 gr de brotes de espinaca
25 centilitros de leche o nata
3 huevos
100 gr de gruyer
3 pizcas de nuez moscada rallada
sal y pimienta.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180 grados.
Colocamos la masa en un molde para tartas pintado con aceite o mantequilla, ponemos encima unas legumbres secas y horneamos durante 15 minutos a 180 grados. Sacamos y quitamos las legumbres.
Escaldamos durante dos minutos en agua hirviendo las espinacas, las escurrimos bien y las troceamos.
En un bol, mezclamos los huevos, la leche (o nata), sal, pimienta y nuez moscada, añadimos las espinacas y la mitad del queso y vertemos en el molde. Colocamos las alcachofas por encima y espolvoreamos con el resto de queso.
Horneamos durante 35 minutos a 180 grados. Retiramos del horno y ponemos a enfriar.
ENccantada de llevarme un buen trozo, qué pinta tan buena tiene!! Un beso
ResponderEliminarMuy fan de tu página en general y de este post en particular, me ha encantado!!
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