En España tenemos el honor de ser los primeros del mundo en dulces y repostería. En toda la geografía española de norte a sur y de este a oeste, se preparan deliciosos dulces caseros, complicadas tartas, y lo mismo se cocinan en las grandes confiterías, en las casas particulares o en los conventos de monjas.
La mayoría de los dulces preparados en casa pueden resultar a un coste superior que lo que se nos vende en supermercados o confiterías, porque utilizamos productos de máxima calidad con resultado de que lo que nos comemos es excelente y el tiempo de duración sin consumir puede ser superior.
Ingredientes para la masa (para unas 25 unidades):
200 gr de harina
una yema de huevo
60 gr de azúcar
un sobre de azúcar avainillado
1 pizca de sal la piel rallada de un limón
125 gr de mantequilla o margarina
harina para extender
30 gr de azúcar glas para espolvorear
Ingredientes para el relleno:
100 gr de jalea de grosella roja
2 cucharaditas de ron moreno
Preparación:
Tamizamos la harina en la superficie de trabajo, formando con ella un montoncito. Hacemos un hueco en el centro y en él echamos la yema de huevo, el azúcar avainillado, la sal y la ralladura de limón. Distribuimos la mantequilla o margarina por el borde de la harina. Amasamos todos los ingredientes hasta obtener una masa uniforme. La enrollamos en una lámina de film transparente y la dejamos enfriar durante una hora.
Mezclamos la jalea de grosella con el ron.
Extendemos la masa muy fina sobre la superficie de trabajo enharinada. Cortamos unas 50 galletas con un cortador redondo de unos 5 centímetros de diámetro y de borde ondulado. En la mitad de las galletas volvemos a cortar el centro con otro cortador redondo más pequeño de unos 2,5 centímetros de diámetro.
Precalentamos el horno a 200 grados.
Colocamos todas las galletas en una bandeja de horno forrada con papel manteca y las horneamos durante 8 minutos con la bandeja colocada en el centro del horno. Las sacamos y dejamos enfriar en una rejilla.
Untamos las galletas enteras con la jalea de grosella y las vamos cubriendo con las galletas agujereadas, presionando con cuidado. Espolvoreamos con azúcar glas y ponemos en el centro otra gota de jalea de grosella.
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