Con Cocinas del Mundo, este mes viajamos a Israel. En una callejuela del casco antiguo de la ciudad de Jalfa hay un pequeño restaurante con viejas mesas compartidas en el exterior y cuyo plato estrella es el que todo el mundo come, Shakshuka, que yo he cogido de uno de los libros de Yotan Ottolenghi, que es ideal para un brunch servido en sartenes individuales y acompañado de un buen pan blanco.
Ingredientes para 4 personas:
1/2 cucharadita de semillas de comino
180 mililitros de aceite de oliva suave (u otro aceite vegetal)
2 cebollas grandes cortadas en rodajas
2 pimientos rojos y 2 pimientos amarillos cortados en tiras de 2 centímetros
4 cucharaditas de azúcar moreno de caña (mascabado)
2 hojas de laurel
6 ramitas de tomillo (solo las hojas picadas)
2 cucharadas de perejil picado
2 cucharadas de cilantro picado, más un poco de cilantro para decorar
6 tomates maduros troceados
1/2 cucharadita de hebras de azafrán
una pizca de pimienta de cayena
250 mililitros de agua
8 huevos
sal y pimienta negra
Preparación:
En una sartén grande tostamos las semillas de tomillo a fuego fuerte durante 2 minutos. Añadimos el aceite y las cebollas y salteamos durante 5 minutos. Agregamos los pimientos, el azúcar y las hierbas, y seguimos sofriendo a fuego vivo durante 5 o 10 minutos, hasta que se vea la cebolla dorada.
Añadimos los tomates, el azafrán, la cayena y una pizca de sal y pimienta. Bajamos el fuego al mínimo y seguimos sofriendo durante 15 minutos más. Durante la cocción no dejamos de añadir agua, para que la mezcla tenga la consistencia de una salsa para un plato de pasta.
Probamos y corregimos de sal, si es necesario. Deberá tener un gusto fuerte e intenso. Esta mezcla se puede preparar con antelación.
Retiramos las hojas de laurel y repartimos la mezcla de los pimientos en cuatro sartenes ondas pequeñas, pero que sean suficientemente grandes para ofrecer una ración individual generosa.
Calentamos cada sartén a fuego fuerte, a continuación, separamos un poco los ingredientes para dejar dos huecos, en los que pondremos sendos huevos, previamente cascados. Salamos y tapamos las sartenes. Bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer durante 10 o 12 minutos, o hasta que se hagan los huevos. Espolvoreamos el cilantro por encima y servimos de inmediato.
Un clásico para mojar pan que nunca falla, seguro que lo habéis disfrutado!
ResponderEliminarUn plato delicioso, para mojar pan.
ResponderEliminarSaludos.
Catina doy fe que es una platazo riquísimo, lo preparé hace poco (versión verde) aunque todavía no lo he publicado en el blog. Se ve delicioso!
ResponderEliminarun besito
Te quedó de lujo :)
ResponderEliminarUn plato espectacular, los colores resaltan, sabores y aromas atraviesan la pantalla. Mil besos!!!
ResponderEliminarUna pinta estupenda, me encanta la mezcla de sabores. bss desde Asturias
ResponderEliminarLo primero es disculparme por el retraso en mi recorrido por la gastronomía israelí, he tenido un empiece de año complicado. Lo segundo es deleitarme con este plato que he probado y que me encanta. Ha sido una buena elección.
ResponderEliminarBss
Elena