La patata, de la que existen muchas variedades, es tan versátil que puede ser una comida sencilla, como el clásico puré de patatas, o tan deliciosa como para convertirse en la quinta esencia de la transgresión.
La patata es rica en vitaminas y minerales, especialmente en vitamina C y potasio. Debido a su alto contenido en hidratos de carbono, principalmente en forma de almidones y a su bajo número en calorías, puede sustituir al pan en las dietas bajas de calorías.
Este tubérculo es uno de los principales alimentos en la dieta humana.
Ingredientes para 4 personas:
8 patatas medianas
150 gr de queso para untar
150 mililitros de nata líquida para cocinar
1 cebolla
2 huevos
30 gr de mantequilla
aceite, nuez moscada
sal y pimienta
Preparación:
Lavamos las patatas y sin pelarlas, las asamos en el horno precalentado a 200 grados, durante 40 minutos o hasta que estén tiernas. Dejamos que se entibien unos minutos y las partimos por la mitad de forma longitudinal. Con la ayuda de una cucharilla, las vaciamos con cuidado, dejando un poco de pulpa para que no se nos rompan.
Limpiamos y picamos la parte blanca de los puerros, pelamos y picamos la cebolla. En una sartén ponemos a calentar la mantequilla y una cucharada de aceite y aquí sofreímos los puerros y la cebolla. Salpimentamos, condimentamos con una pizca de nuez moscada y vertemos la nata líquida.
Incorporamos el queso, removemos para que se integre con la nata y agregamos la pulpa de la patata. Mezclamos todo bien y dejamos cocer unos minutos, hasta que quede como un puré.
Fuera del fuego, mezclamos el puré con una clara de huevo montada a punto de nieve, y el resto de los huevos batidos.
Rellenamos las patatas con la mezcla, las colocamos en una fuente de horno y las gratinamos durante unos minutos. Podemos servirlas si nos apetece con un poco de ensalada.
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